En este artículo desarrollaremos un animal perteneciente a la familia de los pinnípedos, en el se encuentran las morsas y las focas. Vamos a desarrollar toda la información sobre el león marino.
El león marino (otariidae) posee una piel y un pelaje muy grueso, y oídos externos.
Los machos son cinco veces más grandes que las hembras, esto los convierte en una de las especies con superior dimorfismo sexual.
Son más grandes en tamaño que los lobos marinos.
Los podemos encontrar en: islas australianas, costas del Pacífico norte, Sudamérica, costas de Estados Unidos, Nueva Zelanda, México, cañada, Corea, Japón e Islas Galápagos.
Estos animales poseen la destreza de mover sus aletas traseras hacia adelante del rostro, esto le otorga fuerzas para moverse por las costas sin dificultad.
Los pinnípedos poseen cuerpos acondicionados que conservan el calor corporal mientras se desplazan en aguas frías.
Regulan su temperatura gracias a la capa de grasa que tienen bajo su piel, además de almacenar energía.
Mediante enfrentamientos y agresividad, el macho cuida su territorio y además protege su harén de hembras con las cuales copulara para dar comienzo a la reproducción.
Las hembras son las encargadas de seleccionar el macho que la acompañe para la siguiente temporada.
Antes de volver a aparearse, las hembras dan a luz la cría de la temporada anterior; es decir que ya tienen un nuevo macho para su próximo hijo.
Las hembras tienen una cría por camada.
Los leones marinos tienen una expectativa de vida de 20 a 30 años de edad.
Estos carnívoros se alimentan de pingüinos, calamares y pescado; exceptuando al león marino de steller, el más agresivo de estas especies, este se alimenta también de aves y crías de focas.
Los tiburones de gran tamaño y las orcas son los depredadores principales de esta especie.
Se registraron casos de ataques a humanos, no son muchos, pero solo por cuestiones territoriales, no para ser su alimento.
Es muy frecuente encontrarlos en parques acuáticos, donde los podemos observar haciendo trucos con pelotas, aplaudir o hacer movimientos con su cuerpo; esto se debe a la buena adaptación a los entrenamientos dados por los humanos, ya que pueden ser muy dóciles y con una gran capacidad de aprendizaje. Son animales muy sociables que pueden interactuar con las personas.