En este artículo desarrollaremos la información sobre el sapo corredor, un anfibio que se encuentra ampliamente distribuida en Europa.
El sapo corredor posee un aspecto robusto, este es más pequeño que el sapo común, su tamaño aproximado es de 7 cm. Presenta la cabeza redondeada y su hocico es corto. En cuanto a sus patas, estas son cortas, principalmente las posteriores. Sus ojos son prominentes, la pupila horizontal y el iris color amarillo finamente vermiculado de negro.
Presenta una piel verrugosa, más que nada en la parte dorsal. Las glándulas parótidas, estas se hallan tras los ojos, se disponen paralelas y son patentes.
El sapo corredor tiene una variable coloración dorsal, generalmente a base de irregulares manchas de color verde sobre un fondo claro. Frecuentemente puede aparecer una línea vertebral dorsal amarillenta o clara, esta suele estar rota o en algunos ejemplares se ausenta.
Este anfibio se distribuye desde la Península Ibérica hasta Bielorrusia y en el oeste de Ucrania. También se encuentra en el Reino Unido y el Suroeste de Irlanda, además en el sur de Suecia, entre otras regiones.
El sapo corredor ocupa una multitud de hábitats, desde zonas húmedas, costeras, áridas y en las zonas montañosas por arriba de los 2.500 m de altitud.
Es un sapo de hábitos nocturnos y crepusculares, aunque también suele presentar actividades diurnas en la época reproductiva o en periodos lluviosos.
La etapa de la reproducción se encuentra asociado con los períodos de lluvia, este no es continuo.